Soy Ro, mamá de Lautaro, de 25 años. También de Candela, que cumpliría 19. Falleció en la primavera del 2003. Fui mamá, entre sus 2 nacimientos, de un ser cuyo embrión no se desarrolló y tuve que legrar.

Amo la vida en todas sus expresiones. La honro y respeto. La acepto tal como es.

Otra experiencia trascendente en pandemia fue casarnos con mi actual esposo, Rubén, luego de convivir 11 años hasta ese momento, en octubre de 2020. Un compañero incondicional. Me lleva 18 años, así que con sus nietos aprendo a ser “abuela del corazón”.

A raíz de morir Candela recorrí muchos caminos en busca de ayuda. Comprometida con recuperar la pasión y la alegría, decidí estudiar Coaching Ontológico, recibiendo mi título en el 2005. (Maestría en Coaching Ontológico en A.P.C – Aprendizaje Para el Cambio- Escuela avalada por la Asociación Argentina de Coaching Ontológico Profesional).

Trabajé como Profesora y también como Supervisora en Escuelas que forman Coaches Ontológicos. (A.P.C y Escuela de Coaching Chaco). También coordiné Staff en Talleres Vivenciales de Transformación y Liderazgo Personal.

En relación de dependencia por más de 13 años, fui Coach de su Modelo Comercial y lideré equipos, como Gerente Zonal de Ventas, para una compañía presente en más de 150 países. Años siendo fuente de cambio y acompañando a todo quien asumiera humildemente, con responsabilidad y valentía, la decisión de rediseñar su vida.

La pandemia me dio la oportunidad de trabajar, virtualmente, por primera vez. Nunca había mantenido Conversaciones en Consultas de manera virtual.

Pude dedicarme el cien por ciento de mi tiempo laboral a ACOMPAÑAR PROCESOS de TRANSFORMACIÓN y EVOLUCIÓN.
También aproveché la modalidad para continuar aprendiendo otras disciplinas complementarias (Feldenkrais, Trauma y Supervivencia, Neurociencias, Mindfulness, Enfoques Sistémicos, Aceptación Radical, Programación Neuro-Lingüística, entre otras…) Todo lo aprendido hace de mí quien soy.